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El Fiasco del Starliner, y los Náufragos de la Estación Orbital
La estrategia de la NASA puede más que una cadena de errores de Boeing.
La competencia para lanzar satélites al espacio es un mercado emergente de miles de millones de dólares para los próximos 5 años. Sin embargo, existe una liga aún más exigente y compleja: la competencia por llevar seres humanos al espacio.
"Lanzar satélites o robots exploradores es complejo. Pero el nivel de complejidad se multiplica por CIEN si hay seres humanos dentro de la nave."
El desafío de los vuelos tripulados
Hasta hace poco, solo las grandes agencias gubernamentales poseían la capacidad de enviar astronautas. Rusia fue pionera, seguida por la NASA en el siglo XX, y más tarde China en 2003, ya en el siglo XXI. Para finales de este año, está previsto el lanzamiento de la primera nave espacial tripulada de la India.
Es notable que ni siquiera la Agencia Espacial Europea ni la japonesa tienen capacidad de desarrollar vuelos tripulados. En el sector privado, solo SpaceX, hasta la fecha, ha sido capaz de hacerlo, bajo contrato con la NASA.
Boeing y el programa comercial de la NASA
En 2014, Boeing, el gigante aeroespacial norteamericano con vasta experiencia en transporte aéreo, firmó uno de los primeros contratos del programa comercial de la NASA. El acuerdo era para el desarrollo de una cápsula espacial tripulada, la Starliner, con el objetivo de llevar astronautas al espacio, principalmente a la Estación Espacial Internacional.
El contrato, valorado en 4,200 millones de dólares, establecía un total de 6 vuelos tripulados a la Estación, con el primero programado originalmente para 2017. Es importante destacar que este acuerdo se firmó bajo la modalidad de precio fijo, lo que significa que la cantidad no se puede reducir ni aumentar.

La cápsula Starliner momentos antes de acoplarse a la EEI. Foto: NASA
Desarrollo y pruebas de la Starliner
Boeing construyó su cápsula Starliner con una capacidad máxima de hasta 7 tripulantes. Se realizaron dos vuelos de prueba no tripulados:
El primero en diciembre de 2019, que fue un desastre.
El segundo en 2022, que tuvo problemas pero logró acoplarse a la Estación Espacial Internacional.
El primer vuelo tripulado y sus problemas
Tras numerosos retrasos, el primer vuelo tripulado de la Starliner finalmente despegó el 5 de junio de 2024. A bordo iban dos astronautas de la NASA: Sunita Williams y Barry Wilmore.
Aunque la llegada a la órbita terrestre fue normal, pronto comenzaron los problemas:
De los 28 propulsores para maniobras de aproximación, uno fue dejado fuera de uso antes del despegue y otros cinco no respondieron con normalidad.
Se detectaron múltiples escapes de helio en el módulo de servicio de la nave.
Consecuencias y decisiones
Tras un análisis exhaustivo, el equipo mixto de ingenieros de la NASA y Boeing llegó a tres conclusiones principales:
Los problemas son graves y podrían poner en peligro la seguridad de los astronautas.
No se ha podido determinar la causa del mal funcionamiento de los propulsores.
La nave debe regresar a la Tierra vacía, sin tripulación.

Rueda de prensa de la NASA y Boeing sobre Starliner. Foto: NASA
Impacto en las operaciones espaciales
Este contratiempo ha tenido múltiples consecuencias:
La Starliner averiada está ocupando un puerto de entrada a la estación espacial, afectando otras misiones planificadas.
Los astronautas Williams y Wilmore, que llegaron para una estancia de ocho días, ahora deben permanecer hasta febrero del próximo año.
Dos astronautas (Nick Hague y Stephanie Wilson) que tenían asignados asientos en el próximo vuelo de SpaceX han visto sus planes cancelados.
El contraste con SpaceX
Mientras Boeing enfrenta estos desafíos, SpaceX, que firmó un contrato similar con la NASA por la mitad del dinero, ya ha completado 12 misiones sin problemas a la estación espacial.
El futuro de la colaboración NASA-Boeing
A pesar de estos contratiempos, la NASA mantiene su estrategia de contar con al menos dos empresas capaces de realizar vuelos tripulados a la órbita terrestre. Esto explica por qué no han cancelado el contrato con Boeing, ya que actualmente no hay otras empresas, aparte de SpaceX, capaces de llevar a cabo estas misiones.
La carrera espacial continúa, con sus triunfos y desafíos, mientras la humanidad sigue explorando las fronteras del espacio y las empresas privadas juegan un papel cada vez más importante en esta aventura.
"Estamos comprometidos con la misión de traer a Barry y a Suni a casa, pero según íbamos recibiendo más y más datos durante estas semanas y comprendimos la incertidumbre de ese vuelo de regreso, nos quedó claro que la mejor decisión era la de retornar la cápsula Starliner a tierra sin tripulantes." - Steve Stich, jefe del programa comercial de la NASA
Para más información, escucha el episodio 223 del podcast “El Sueño de Laika” en Spotify y otras plataformas.
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